Para cerrar bien el año nos tocaba degustar vinos de la bodega gallega Viña Moraima y tras esa degustación nos tocaba hacer el reportaje de rigor.
Hace unos días publicamos tanto en el blog como en Facebook la primera parte del reportaje en la que tratamos de plasmar y hacer eco sobre la labor que realizan en esta bodega y la zona en la que está enclavada.
http://www.katalde.com/vina-moraima/
Ahora nos toca mostraros el maridaje que pudimos disfrutar y de paso recordaros que tenéis a vuestra disposición en la sección de catas, las fichas técnicas de cada vino.
Sobre los dos vinos blancos de uva albariño que catamos Moraima y Aba de Trasumia, os podemos asegurar que ambos eran espectaculares aunque el segundo nos gustó un poco más. Las fichas de cata están en el siguiente enlace.
Ambos con colores amarillo verdosos, limpios y bien filtrados. En nariz llamaban la atención su alta intensidad olfativa y frescura, marcada uno con aromas a fruta de hueso y madura, mientras que al otro le delataban claramente ciertas notas cítricas. En boca son golosos y bien estructurados, muy completos y con una acidez equilibrada. De sabor intenso y que perdura.
Sobre el vino tinto de uva caíño, hemos de decir que no estamos muy habituados a beberla y es por esto que hacemos una breve presentación de la misma.
Considerada la variedad principal de la D.O. Ribeiro y autóctona de Galicia. Bien adaptada a terrenos poco fértiles. Esta uva produce vinos alcohólicos con bastante color, carentes de fruta y suavidad. Taninos astringentes, herbáceos y amargos. Con viñas adultas y producciones limitadas se obtienen vinos de calidad. Quizás los mejores resultados con la técnica de maceración carbónica gracias a su alta acidez y al desarrollo de aromas jóvenes típicos.
Este tinto caíño de Viña Moraima presentaba un intenso aroma frutal en nariz y un intenso también sabor fresco con unos taninos que marcaban cierta astringencia, herbáceo y amargo.
Otros nombres con los que se conoce a esta variedad son Amaral, Azal Tinto, Cainho Bravo, Cahíño Cachón y Caíño Longo.
La cata comenzó en la Sociedad Gastronómica iTZALPE de la Parte Vieja Donostiarra. Sociedad de las históricas ya que es de antes de la guerra se podría decir, concretamente del año 1931. En una mesa y rodeado de buena gente, durante un rato largo disfrutamos de unas cervezas artesanas elaboradas por la Licorera Vasca y de marca Olañeta, las cuales están abriéndose mercado en la zona, introduciéndose en restaurantes de alto postín y de muchas estrellas Michelin, incluso en grandes cadenas comerciales.
El pistoletazo de salida lo dieron los pimientos rellenos elaborados por Juan Gonzalo Pérez y su maravillosa salsa de pimientos piquillos con atún, aceitunas, anchoa y aceite de oliva……..maravilloso!!!! Juan, prepara más por favor.
Con este plato descorchamos la botella de albariño Aba de Trasumia.
Pasamos a productos de la huerta de Rubén López, con unas guindillitas con bonito, aceitunas y anchoillas del cantábrico, descorchando como no podía ser menos el segundo albariño de Moraima. Esos sabores cítricos explotaban con este plato…..
Mikel Romero nos deleitó una vez más con un pincho elaborado a base de tomate gelatinizado con una base de setas y cebolleta en pan de cereales con un toque de anchoilla.
Como aún teníamos vino blanco, que mejor manera de rendir culto a un vino gallego que con pulpo…..pues eso, pulpiño que te crío……
Es aquí cuando decidimos abrir la botella de vino tinto caíño para que explotara en nuestros paladares con lo que nos quedaba del pulpo y lo que nos venía por delante, unas suculentas chuletas charras cortesía de Rubén López.
No hubo postre, pero si una última botella de vino que sacó Juan y que tenía guardadita hasta el final, un Viña Valdemazón 2010 Vendimia Seleccionada del 2010 y de Ribera del Duero.
THE END